“Dos rosas en el agua se pueden marchitar, pero dos amigas que se quieren no se pueden olvidar”. Esta inscripción que se encuentra en el interior de la tarjeta nos la dedicó una gran amiga de la familia. Nos la trajo escrita de su puño y letra el día que falleció mi padre, venia con este pequeño objeto de color azul.
En realidad es lo que queda de un gran ramo de rosas que a los pocos días se marchitó.
En realidad es lo que queda de un gran ramo de rosas que a los pocos días se marchitó.
Isabel Mir Gort
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